jueves, 21 de febrero de 2013

CAMPAÑA ANTARTICA 2012/13



La Imprevisión y las Políticas de Estado
 
 
por Emilio L. MAGNAGHI (*)
 
 
Foto satelital: en rojo las bases argentinas permanentes
 y en blanco las temporarias en el año 2007.
En un país como el nuestro en el que hablar de continuidad de criterios a través del tiempo, pareciera ser solo una expresión de deseo, vemos cómo ahora una política de Estado, que increíblemente duró más de un siglo, está en peligro por la imprevisión.

La Argentina lleva más de cien años de esfuerzo ininterrumpido en el continente Antártico para reivindicar sus derechos. Ha sido el primer país del mundo en establecer una base permanente, en 1904, en Orcadas del Sur. Antes había financiado con capitales nacionales, entre otras, a la primera expedición en llegar al polo sur.

Hoy nuestro País cuenta con seis bases permanentes en su sector antártico y siete bases de verano. Una de ellas, la base “Belgrano II” (permanente), es la tercera en el mundo más cercana al Polo Sur.

Ni siquiera durante la crisis más grave de los últimos años, como fue la del 2001, la Argentina abandonó esa política de Estado, ciñéndose a los protocolos internacionales sobre el medio ambiente y a la seguridad de las personas. En el Continente Helado se han perdido vidas valiosas, aeronaves y hasta hundido buques -el Bahía Paraíso y el Aviso Zapiola-, pero siempre estuvo presente el esfuerzo del Estado Nacional, poniendo a disposición los medios más aptos para mantener la presencia en el mismo.

Desde el año 2007, en que el rompehielos Irizar quedó fuera de servicio, la empresa “Trade Baires International” había ganado todas las licitaciones para el reaprovisionamiento de nuestras bases. Los medios utilizados -el buque polar ruso Vasily Golovnin y los helicópteros Kamov 32-, resultaron especialmente aptos para operar tanto en el mar, como sobre el territorio antártico.

Si nos detuviéramos en analizar los costos económicos de esta serie de imprevisiones y cadena continua de desaciertos, podríamos decir que se destinan alrededor de 10 millones de dólares anuales en el alquiler de medios, sin contar el combustible y gastos operativos de entradas a puerto, practicaje, carga y descarga. Sólo pensar que la enorme cantidad de dinero que se ha gastado, podría haber servido para reparar y modernizar el rompehielos Irizar, tanto como para comprar un buque polar de las características del V. Golovnin.

¿Qué está ocurriendo este año? El pasado 12 de diciembre el Gobierno Argentino firmó la adjudicación de la licitación para el alquiler de un buque polar y un helicóptero pesado, destinados al sostén logístico para el relevo de las dotaciones antárticas de la campaña 2012-2013, otorgando la misma a la empresa “Transport & Services”. Esta empresa ofreció el buque Timca, que es del tipo “Ro-Ro” (Roll on roll off); es decir, un buque que transporta vehículos (camiones y automóviles) y que no cuenta con cubierta de vuelo. Tampoco tiene grúas en cubierta, lo que representa un serio inconveniente a la hora de efectuar la carga y descarga en la Antártida.

El Timca, aunque polar, no es un buque apto para operar en el ambiente extremo -de hielo- de la Antártida. Su capacidad le alcanza para hacer habitualmente la línea Bilbao (España) y San Petersburgo (Rusia) y su única capacidad para navegar entre hielo, es hacerlo en las aguas congeladas del mar Báltico, cuya formación no exceda a un año. De hecho este buque nunca ha navegado las aguas australes.

Para que el lector que no es experto lo entienda, la diferencia que hay entre navegar esa formación de hielo y la de atravesar el campo de hielo marino antártico, con desprendimiento de grandes masas de hielo continental debido al calentamiento global, es la dureza del hielo de esos desprendimientos. Los de la Antártida son mucho más duros porque tienen, en algunos casos, más de mil años de formación.

Aunque el oferente asegura que posee una gran cubierta despejada, capaz de adaptarse para recibir helicópteros pesados, no cuenta con los medios de comunicaciones visuales ni de radio frecuencia para operar aeronaves, tampoco cuenta con un radar que permita monitorear los movimientos del helicóptero, no posee un sistema de reaprovisionamiento de aero-combustible, tampoco sistemas anti-polución y anti-derrame y, ni hablar, de un sistema de lucha contra incendio adecuado. Tampoco  es apto para el acarreo de combustible.

Una cubierta de vuelo es algo más que una amplia plataforma, debe asegurar, entre otras cosas, que cualquier derrame no llegue al mar. Esto y la escasa preparación de las tripulaciones, han sido los fundamentos para descartar el empleo de los nuevos helicópteros (MI-17) adquiridos a la Federación Rusa y que tienen como función principal el apoyo a la logística antártica. Está confirmado que estos aparatos no se emplearán en esta campaña.

La campaña antártica, con el rompehielos “Irízar” en funciones -nos expresan los especialistas en este tema-, podía extenderse hasta mediados de abril. Cabe destacar que el Irizar es (era) el único rompehielos del hemisferio sur. Hoy, sin la disponibilidad de un rompehielos de estas características, los riesgos que se corren son mayores.

Este año –afirman los expertos consultados- tiene la particularidad de ofrecer condiciones extremas de hielo, aun en la época estival. Ya casi finalizado febrero, el tiempo transcurrido y las condiciones climáticas severas de la Antártida, van cerrando las posibilidades de actuar con celeridad y sin riesgos de material y de personal los trabajos logísticos de las bases antárticas. Esta tarea debería estar en estos momentos en su etapa final, pero aún parece no estar resuelto a término el reaprovisionamiento completo, incluido el de combustible y el relevo del personal  en su totalidad. El clima es un elemento crucial para los trabajos logísticos en las bases antárticas.

El reabastecimiento aéreo a través de lanzamientos de cargas con paracaídas es una operación muy riesgosa, en el caso del combustible, porque tiene altas probabilidades de que las cargas sufran algún tipo de daño al llegar al suelo. Demás está decir que de darse algún grado de esa probabilidad, el resultado sería como baldear un sector del continente blanco con combustible. Un riesgo que la Argentina no puede ni debe tomar bajo ningún punto de vista. El prestigio de la Argentina, alcanzado en tantos años de esfuerzo y respeto a los protocolos ambientales, se lo exige.

El problema mayor lo presenta la Base San Martín. A esta Base no es posible abastecerla por aire y depende totalmente de la llegada del buque Timca, contratado este año; algo que ocurrirá seguramente ya bien entrado el mes de marzo, en condiciones climáticas probablemente desfavorables. Se especula con la posibilidad de que esta base quede prácticamente desactivada, con una dotación mínima de cuatro hombres.

Estas falencias o imprevisiones, como les quieran llamar, deben preocuparnos como argentinos, porque parece demostrar que a veces confiamos más en la suerte de creer que Dios es argentino, que en la previsión del planeamiento, el sentido común y el consejo de los especialistas que más saben sobre el tema. 

(*) El Dr. Emilio L. Magnaghi es director del  Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional “Santa Romana”

4 comentarios:


  1. Acusan al ministro Puricelli de fraude


    06/04/2013 | Las irregularidades por la campaña antártica ya están en manos de la Justicia. El diputado Manuel Garrido (UCR) presentó el jueves una denuncia penal contra el ministro de Defensa Arturo Puricelli, su hijo Alejandro, y otros funcionarios de esa cartera, involucrados en las polémicas contrataciones.

    En el escrito, el ex fiscal de Investigaciones Administrativas pide que se los investigue por los posibles delitos de administración fraudulenta, usurpación de autoridad, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles con la función pública.

    Para la actual campaña antártica, demorada por fallas técnicas, se lanzaron dos licitaciones internacionales. La parte aérea se resolvió mediante la decisión administrativa 1.423/2012, que aprobó la oferta de Transport & Services por U$S 6.800.440.

    La parte naval, que vino a suplir la ausencia del rompehielos Almirante Irízar, llamativamente también fue ganada por esa firma, propiedad de Roberto Daniel Fasce. El contrato, de U$S 10.420.842, incluyó al buque de bandera holandesa Timca y al helicóptero de origen ruso Kamov.

    La denuncia de Garrido, de 14 carillas, recayó en el juzgado federal N° 9, a cargo de Luis Rodríguez. Entre otras medidas de prueba, el diputado pidió la remisión del expediente formado en la Oficina Anticorrupción tras la denuncia de una de las empresas que perdió las licitaciones, Trade Baires International, y las declaraciones testimoniales de la ex ministra de Defensa, Nilda Garré, y del guardaparques de la base Órcadas, Mariano Ignacio Spisso, quien denunció desabastecimiento y puso el tema en estado público.

    Garrido, que ya había hecho un pedido de informes por las licitaciones 77 y 79 del año pasado, recogió denuncias periodísticas sobre la contratación de la actual campaña antártica. Entre otros detalles, destacó las irregularidades sobre el pago a través de la sociedad anónima uruguaya Assigne, que no estaba habilitada por la DGI local.

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  2. El barco alquilado para la campaña antártica se quedó sin combustible: la nave contratada por el Ministerio de Defensa regresó a Ushuaia en una escala imprevista para reaprovisionarse. Las tareas de entrega de víveres y combustibles se extenderán por 30 días más.
    También deberá completarse el despacho en la base Carlini, que cuenta con un 95% de la carga general, según informaron militares. Diferente es el caso de la base San Martín, donde todavía ni siquiera empezó el reabastecimiento anual.

    El problema más serio que se enfrenta ahora es la condición de los hielos en la zona, ya que la campaña antártica este año comenzó tarde por la demora en la transferencia de un adelanto de pago para el buque contratado por la Dirección del Servicio Logístico de Defensa. En lugar de iniciarse la actividad en diciembre, se comenzó el trabajo fuerte de despacho de carga con la llegada del Timca recién a mediados de febrero.

    Cabe recordar que el Ministerio de Defensa pagó algo más de US$ 16 millones para la contratación del Timca, además de los medios aéreos para sostener el apoyo logístico del barco, rotar dotaciones y efectuar lanzamientos de carga aérea sobre la base Belgrano II.

    Asimismo, el buque fue contratado para operar 35 días y con una extensión de diez más y ya lleva 55 desde que partió desde Puerto Belgrano, según informa el diario La Nación.

    Ante ello, el Ministerio de Defensa avisó a la empresa que ganó la licitación, Transport & Service, que sólo se reconocerán hasta el momento 27 días de trabajo efectivo antes los distintos inconvenientes sufridos en la tarea como fueron los 20 días parado por rotura de una turbina, dos por desajustes en el sistema de arranque y uno por problemas en una bomba de aceite, además de cinco días sin actividad en Puerto Belgrano por ausencia de una grúa.

    Es de destacar que al superar la barrera de los 35 días de trabajo real, cada jornada adicional tiene un costo presupuestado de US$ 60.000

    Fuente: INFOBAE, 11 Abr 13.

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  3. "UN BARCO POLAR, VARADO POR LA PELEA DE PAGOS CON DEFENSA"

    Ustedes saben que yo estoy siguiendo este problema desde que el buque "TIMCA" estaba todavía en Hamburgo.

    Como era previsible, el desarrollo de la campaña fue un total desastre, basado en una mezcla de incompetencia, mala praxis y acusaciones de corrupción.

    El problema es que se están poniendo en peligro los intereses estratégicos de la Argentina en la Antártida a largo plazo; sin duda lo más importante.

    Recomiendo todos los artículos de Daniel Gallo sobre la campaña antártica, ya que es un reconocido periodista de La Nación, especializado en cuestiones relacionadas con la Defensa Nacional.
    Fuente: facebook de HORACIO CALDERON 23 Abr 13.

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  4. Tras las demoras, Defensa pagó y salió el barco para la Antártida


    POR NICOLÁS PIZZI - Diario CLARIN - 25 Abr 13.

    La cartera de Arturo Puricelli entregó más de un millón de dólares más de lo presupuestado por la demora.

    Luego de dos semanas de retraso, el barco holandés TIMCA partió ayer a la tarde desde Ushuaia para terminar con la campaña antártica. La llave para destrabar la polémica entablada con Ministerio de Defensa quedó en manos del ministro Arturo Puricelli, quien finalmente accedió a pagarle a la empresa que ganó las dos licitaciones, Transport & Services, una factura de US$ 1.017.150 por los diez días adicionales, confirmaron fuentes del edificio Libertador. Apenas estalló el escándalo por las irregularidades en los polémicos contratos, Puricelli había dicho que no se iba a pagar ni un día más de lo establecido en el contrato. Pero apenas regresó el barco a Ushuaia comenzaron los tironeos entre los abogados de la empresa, propiedad de Roberto Fasce, y Defensa por los costos del combustible adicional y por los días extra (US$69 mil por el barco y US$32 mil por el helicóptero). De hecho, el buque estuvo 48 horas dando vueltas en la bahía de Ushuaia y recién el 12 de abril ingresó al puerto. Durante las últimas dos semanas circuló el rumor que se podía suspender la campaña. También se mencionó la posibilidad de alistar al rompehielos chileno Contraalmirante Oscar Viel Toro o al buque Canal Beagle para hacerse cargo del tramo final.

    “Puricelli pidió suma reserva y manejaron el tema entre Mauro Vega (secretario de Planeamiento de Defensa) y la gente del área de finanzas”, abundaron las fuentes de Defensa consultas por Clarín.

    Si el clima se lo permite, el TIMCA debería ir a las bases Marambio, Esperanza, Carlini y San Martín para descargar víveres o combustible. El caso más grave es el de la base San Martín, donde sólo se cuenta con las reservas de combustible y comida remanente del abastecimiento del año pasado. El personal tuvo que ser evacuado mediante un crucero de lujo que suele navegar por la Antártida y arribó recién hace una semana al puerto de Mar del Plata. Según un informe que circula en las oficinas de Defensa, la actual campaña se va a demorar entre 20 y 30 días más, lo que significa un gasto extra de más de US$3 millones. Esa había sido la diferencia con la oferta de la otra empresa que participó de las licitaciones, investigadas ahora por la justicia federal a raíz de una denuncia penal del diputado Manuel Garrido (UCR).

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