miércoles, 12 de marzo de 2014

VISION INTEGRAL SOBRE EL NARCOTRAFICO.


VISIÓN  INTEGRAL SOBRE EL NARCOTRÁFICO EN LA ARGENTINA

 
SITUACIÓN


1.    Situación Global:

 

Encontramos en el mundo dos zonas de producción de drogas, que constituyen dos grandes circuitos diferenciados relacionados con el tráfico de drogas. Mientras que Europa, Asia y Oceanía son los principales consumidores de sustancias opiasias que tienen como principales lugares de producción a Afganistán y Myanmar (Birmania).

El otro gran circuito o flujo, se inicia con la producción de la droga (cocaína y marihuana) en el continente americano (Colombia, Perú Bolivia y Ecuador), siendo los principales destinatarios: Estados Unidos y Europa.

 

La marihuana es la droga ilícita mas consumida a nivel global. Existen entre 119 a 224 Millones de consumidores. Las distribución de las incautaciones y de la erradicación demuestran que el cultivo de esta droga, si bien no ha aumentado, si se ha expandido dramáticamente a muchos lugares.

Si bien la humanidad conoce el consumo de drogas desde prácticamente el inicio de la vida civilizada. Hoy el fenómeno nuevo es el consumo masivo de estas sustancias por parte de los jóvenes.

 

Un dato importante es que, mientras que el consume de drogas en los países desarrollados parece haberse estabilizado, no deja de crecer en aquellos en vías de desarrollo.

 

Es opinión de la ONU es que es tan importante combatir la producción como el consumo. Si bien admite que es siempre mejor apelar al tratamiento y a la rehabilitación que al castigo; tampoco alienta abandonar la aplicación de la ley. Ello se debe traducir en firmes políticas de lucha contra el Narcotráfico (y el Narcoterrorismo)[1] con programas de desarrollo alternativo para agricultores y con programas de rehabilitación para los adictos.

 

Por su parte, se sabe que las organizaciones criminales dedicadas al NT adaptan sus estrategias de producción y comercialización en forma permanente a fin de evitar su detección. Lo que representa un gran desafío para las autoridades responsables de la lucha contra el NT.

 

2.    Situación Regional:

 

Un dato de sumo interés que figura en el último informe producido por las Naciones Unidas sobre el problema de las drogas en Sudamérica es que se ha notado una disminución en la fabricación de cocaína en Colombia durante el quinquenio 2006/10. Esto se ha debido a la intensa aplicación de programas de lucha llevados a cabo en el marco de la lucha contra las FARC.

 

Igualmente Bolivia, por otras razones, ha disminuido su producción ilícita de coca, mientras que la legal ha aumentado.

 

En términos generales, se ha producido un desplazamiento durante el último quinquenio del cultivo de coca y la producción de la droga, hacia el sur del Subcontinente, especialmente hacia Ecuador y Perú. Los principales mercados para esta droga siguen estando en América del Norte, Europa y Oceanía (Australia y Nueva Zelandia principalmente).

 

En América del Norte se ha registrado una disminución del consumo debido, principalmente al descenso de las tasas de consumo en los EE.UU. del 3% (2006 al 2,2 (2010). Sin embargo, no se ha observado una disminución similar en e Europa.

 

Un dato preocupante es la expansión del mercado y consumo del crack en varios países sudamericanos.

 

Otro dato preocupante para la región es que el consumo de drogas sintéticas tipo anfetaminitas ha crecido hasta posicionarse en el 2do lugar de demanda. Con el agravante de que su producción, al contrario de lo que sucede con la coca, se esparce sin establecerse en ningún lugar en particular, muchas veces bajo la forma de pequeños emprendimientos ilícitos.

Esto se está verificando en forma dramática en nuestro país, mediante una asociación entre los carteles mexicanos con mafias locales.

 

En la región confluyen varios factores. Se trata de una región  integrada por países en vías de desarrollo, lo que implica que los consumos están en alza, a la par que se carece de los medios adecuados, tanto para la contención como para el combate del tráfico ilícito.

 

3.     Situación nacional

 

Respecto a nuestra situación particular interesa especialmente conocer cuales son los indicadores que conforman un ambiente propicio para el NT. Trataremos de identificar los factores que favorecen el establecimiento de este delito en nuestro País o similares de la Región:

 

·       Corrupción estatal en todos los estamentos y poderes.

·       Capacidades de seguridad y defensa degradadas o inexistentes.

·       Escasa o nula coordinación regional en materia de seguridad y defensa.

·       Clientelismo político que fomenta un estado endémico de pobreza y de dependencia entre líderes políticos y la masa que le proporciona el apoyo para alcanzar y sostener el poder.

·       Connivencia entre la política, la justicia y las FFPP/SS para ocultar la realidad del NT.

·       Garantismo jurídico que tiende a justificar toda transgresión legal. Así como tendencias abiertas hacia la liberalización del consumo de drogas.

·       Desprotección física y jurídica de los funcionarios que tienen una postura de lucha contra el NT.

·       Descalificación (es una de las estrategias de los carteles de la droga) de los funcionarios que se manifiestan en forma resuelta para enfrentar el problema.

·       Descoordinación entre las agencias estales dedicadas a la seguridad.

·       Facilidades financieras para el lavado y utilización del dinero obtenido de negocios ilícitos.

·       Fronteras porosas con poco o nulo control, tanto en el movimiento de personas (migraciones) como de mercaderías (aduana). Esto es una falencia que se pone de manifiesto tanto en el ingreso de la droga al País como su egreso hacia mercados consumidores.

·       Poco o nulo control para el tránsito y residencia de extranjeros, especialmente de aquellos provenientes de países productores de droga.

·       Espacios geográficos (aéreos, terrestres y marítimos) con escaso control estatal.

 

Una rápida evaluación de estos indicadores nos muestra que todos ellos se verifican en nuestro territorio y sociedad, conformando lo que no dudamos en calificar de un “círculo vicioso” integrado por políticos corruptos que dirigen y aprovechan el sistema, funcionarios de la burocracia estatal (jueces, policías, agencias de control) que miran para el costado y patotas que ejecutan el comercio ilícito.

Toda esta situación ha sido claramente denunciada por sendos documentos producidos por la Conferencia Episcopal Argentina[2] y por la Corte Suprema de Justica.[3]

En pocas palabras, estamos en camino de convertirnos en un narcoestado. Si es que no se adoptan enérgicas medidas en forma urgente.

 

SOLUCIÓN PROPUESTA

Así como ha quedado explicado, en el breve análisis de la situación realizada, son varios los factores que intervienen para facilitar y fomentar el surgimiento y desarrollo del NT. Igualmente, su prevención y lucha debe abarcar un sinnúmero de factores. Lo que, en otras palabras, implica un tratamiento integral y multidisciplinario de todas las aéreas del Estado.

 

El Estado nacional debe volver a tener un rol protagónico. Ya que es su ausencia la causa principal que facilita la penetración y el accionar NT. Para ello es básico identificar los factores de ese conflicto; a saber: el factor físico o el de la lucha; el psicológico o legal y el moral o político.

 

El factor físico trata con las capacidades y las condiciones fijas que regulan el uso de la fuerza. El psicológico son las emociones y los sentimientos inherentes a la naturaleza humana, como tal configura una percepción, una sensación de seguridad o de inseguridad. El tercer factor es moral y como tal está vinculado con la voluntaria adhesión a una escala de valores, donde principios como lo bueno, lo verdadero y lo bello adquirirán la máxima relevancia; y otros, como el respeto de tradiciones culturales, el honor, etc. una menor.

En comparación, el factor físico es el menos importante de todos, mientras que el moral es el preeminente, y el psicológico se ubica entre ambos. Este hecho conduce a una situación paradójica: lo que puede ser una acción eficaz a nivel físico, y a veces a nivel legal; puede tonarse en contra desde el punto de vista moral. Por ejemplo, la ejecución de controles de ruta nocturnos agresivos destinados a evitar el tráfico de armas, con certeza dificultarán esta actividad ilícita; pero, a su vez, el hecho de detener coches civiles en el medio de la noche, atemorizando a muchos inocentes, trabajará negativamente contra el factor moral.

 

Además, debe remarcarse el hecho de que todos los factores estarán presentes en todos los niveles de conducción y viceversa. Gráficamente podría ilustrarse el concepto anterior con un esquema tridimensional, tal como se lo muestra en la figura 1, donde tres planos paralelos (los niveles de conducción) son intersectados por tres vectores verticales (los factores).

 


Estos niveles de conducción son básicamente tres. El nivel político que es quien conduce, el estratégico que es el que articula las políticas establecidas por el nivel político y el táctico que es el responsable de la ejecución de esas políticas ya articuladas. Concretamente, el nivel político está representado por el los poderes superiores del Estado. Con su cabeza en el PEN. El estratégico por los organismos específicamente dedicados a la lucha y prevención del NT. Y el táctico por los elementos de ejecución que participan de esa lucha/prevención.

 

Todos los niveles mencionados participan en el diseño, organización y ejecución de las políticas, medidas y tareas que se implementan en los tres factores del conflicto: el físico, el psicológico y el moral.

 

1.     En el factor físico:

Este factor se materializa mediante la implementación de una serie de barreras físicas que buscan, ya sea, evitar el ingreso de droga al país, su circulación, su fraccionamiento, su producción y su consumo dentro del país

 

a.     Barreras orientadas a evitar o minimizar el ingreso y egreso de la droga al País:

 

·  Control de fronteras (Escalonada).

·  Fuerte presencia de las fuerzas de seguridad en las fronteras.

·  Radarización fija y disponibilidad de unidades móviles con capacidad de realizar controles asistemáticos.

·  Relevamiento y neutralización de pistas de aterrizaje clandestinas.

·  Sistema de alerta temprana (Terrestre – Aérea – Marítima).

·  Coordinación Interestatal (Agencias regionales e internacionales).

·  Coordinación intraestatal (o federal – Agencias Nacionales de lucha contra el delito en general).

·  Control del ingreso y egreso de extranjeros, refugiados y desplazados, especialmente de los países limítrofes.

 

b.     Barreras orientadas a evitar o minimizar la circulación de la droga en el país y su comercio interno:

 

·       Presencia efectiva policial y de FFSS, sobre el terreno en todas las provincias.

·       Reglas de empeñamiento claras y escalonadas relacionadas con la lucha contra el narcotráfico.

·       Combate efectivo a la corrupción (política – judicial – policial).

·       Funcionarios empeñados en la lucha contra el narcotráfico bien pagos.

·       Protección de funcionarios políticos, judiciales y policiales empeñados.

 

·       Barreras a la Producción y fraccionamiento de drogas ilícitas en el país.

·       Registro y control de laboratorios legales.

·       Detección de laboratorios ilegales (de gran y pequeña escala).

·       Registro efectivo y control para el ingreso y egreso de insumos químicos (precursores), legales e ilegales.

·       Registro y control de materiales de uso corriente que pueden emplearse en la producción de drogas.

 

c.      Barreras al lavado de dinero:

·  Efectivización de controles legales vinculados con manejo de activos financieros.

·  Implementación de controles efectivos a actividades económicas y financieras más propicias al lavado de dinero (Juego – mercado cambiario - hotelería de alta gama – emprendimientos inmobiliarios - actividades bursátiles ilegales – compañías navieras – comercio de armas – etc.).

 

d.     Barreras al Consumo de drogas:

 

·       Educación basada en los valores.

·       Concientización (campañas de difusión).

·       Rehabilitación y reinserción.

·       Apoyo efectivo a las organizaciones no gubernamentales (ONG).

·       Disposición de estadísticas confiables y actualizadas sobre todos los aspectos relacionados (consumo, producción, etc.).

 

2.     En el factor legal:

Este factor se orientará a diseñar y poner en vigencia el marco legal adecuado que facilite una efectiva prevención y lucha contra el NT. Como tal, abarcará a los tres poderes del  Estado. Los que, cada uno en su esfera deberán poner en funcionamientos los instrumentos legales necesarios.

 

a.      Poder Ejecutivo:

 

·  Creación de un organismo federal de lucha contra el narcotráfico. Una agencia especializada y autártica conformada al más alto nivel de la conducción del Estado (Tipo DEA).

·  Transformar a la Policía Federal en una agencia de investigación judicial (tipo FBI) para que produzca inteligencia criminal y de seguridad integral del delito en general y del NT en particular.

 

b.     Poder Legislativo:

 

·   Modificación de las leyes de Defensa, de Seguridad Interior y de Inteligencia en base a permitir el empleo integrado y coordinado de todos los medios del Estado. Mediante la configuración de círculos concéntricos. A saber: primer círculo el de las policías provinciales, circulo intermedio el de la PFA y de las FFSS (GNA y PNA) y circulo final el de las FFAA.

·   Establecer claras responsabilidades para todos los niveles de conducción (Político, estratégico y táctico).

·   Permitir a los gobiernos provinciales tener intervención, al menos inicial, en los delitos vinculados al NT.

 

c.      Poder Judicial

 

·   Apoyar en forma efectiva a aquellos juzgados y otras dependencias judiciales con tareas vinculadas con el juzgamiento de causas vinculadas con el NT.

·   Brindar efectiva protección a todo el personal (jueces, fiscales, secretarios, etc.) vinculado a causas contra el NT.

 

3.      En el factor moral

 

Ya hemos dicho que este es el factor más importante. El mismo se materializa en la firme voluntad política de prevenir y de luchar contra el flagelo del NT. Como tal, es el que le otorga la necesaria e imprescindible superioridad moral al accionar del Estado en todos sus niveles, a través de todos los factores señalados. A su vez, lo pone en contacto con la sociedad y en el contexto internacional.

 

En pocas palabras, sin ella no hay victoria posible.

 

Igualmente, este factor es el responsable de absorber los costos políticos que necesariamente habrá que pagar. Ya sea por la implementación de políticas y de medidas que encontrarán una lógica oposición en distintos grupos y sectores. También, por las fricciones que se derivarán de la lucha concreta, con su consabida ocurrencia de errores y daños colaterales.

 

Por su propia naturaleza, este factor está encarnado en el PEN, y principalmente, en la figura del Presidente de la Nación quien ejerce el comando superior de todas la funciones y;  secundariamente en la de sus ministros y en las principales cabezas de los organismos dedicados a la prevención y la lucha contra el NT.

 

En función de ello, estas autoridades no tendrán otra opción que la de ejercer conductas que a través de la ejemplaridad guíen al resto de la sociedad por el camino deseado de la recuperación y la restauración del orden, la tranquilidad y la armonía social.

 



[1] Las diferencias entre narcotráfico y narcoterrorismo implican un límite bastante impreciso. No existe una clara distinción dado que el negocio de la droga utiliza reivindicaciones de tipo ideológico para enmascarar sus actividades ilícitas.
 
[3] Resolución Nro 2870/13 de Noviembre del 2013.

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